Cada vez más personas jubiladas apuestan por el ‘cohousing’: viviendas con zonas y servicios en común para atender sus necesidades e intereses sin encerrarse en una residencia.
«Tenemos comisiones de biblioteca, de huerto, de jardín, de comedor… Realizamos danza, estiramientos, informática o cerámica, celebramos reuniones, participamos en actividades del pueblo», dice Lali Navas.
Estudios de arquitectura y asesorías ayudan a diseñar y gestionar el proyecto: «Les damos ayuda legal y de convivencia. Y tenemos una bolsa de demandantes para sumarse a grupos que estén en marcha».
‘Cohousing’: tras este concepto se esconden viviendas colaborativas particulares con zonas y servicios en común para atender a los intereses y necesidades de las personas que deciden compartir ese espacio formando una cooperativa. De momento, en España las más habituales…