Diez jubilados reflexionan sobre su pasado y la «humillación» de que ahora «nos tiren un euro a la cara»
La grandeza de un país y la dimensión de su progreso social pueden medirse por cómo trata a sus mayores. Por cómo trata, al fin y al cabo, a quienes construyeron esa sociedad. Pues bien, aquí y ahora, nuestros mayores están enfadados porque se sienten maltratados. La indignación es tal que por primera vez desde que se tiene memoria miles de ellos han salido a las calles para protestar. Y quieren seguir haciéndolo hasta que el Gobierno les escuche. ¿Qué piden? Que sus pensiones se revaloricen según el IPC (el 1,1% en 2017) y no únicamente el 0,25% que les condena a ser más pobres. Y les pasa a ellos, que han puesto los cimientos del Estado del Bienestar, que han sido el sostén de miles de familias durante la crisis, y que ahora ven que todo eso se les agradece con copagos, con el encarecimiento de las medicinas, con recortes en las pensiones…
Es verdad que el sistema está en crisis y que la Seguridad Social arrastra un déficit de más de 18.000 millones al año. Pero…